¿Qué decir de los 357.339 votos en blanco y de los 290.189 votos nulos? Más de 650.000 españoles que se toman la molestia de ir a su colegio electoral a mandar a tomar por culo, directamente, a la casta política. Para mí es lo más representativo de lo conseguido por el sistema político ex-pañol en estos, al menos, 15 últimos años. El hastío.
¿Qué decir de Podemos? Pues que ha encajado perfectamente en este sistema, un recambio más, un disfraz, con el mismo código que el propio sistema: políticas homosexualistas, destrucción de la familia natural, educación estatal, fomento de la pornografía y del libertinaje, degradación de la maternidad, individualismo, anticonceptivos, aborto, persecución encubierta a la Iglesia Católica engatusando a jóvenes inexpertos que, como se sabe, van a cambiar el mundo radicalmente, van a redimirnos de esta sociedad opresiva, injusta, capitalista y desigual. Pero no hoy, mañana.
¿Qué decir de la derecha? Abandonada por el PP la doctrina social de la Iglesia, ni Vox ni Impulso Social han sido capaces de persuadir en los valores propios de la derecha española y Ciudadanos, si es que es derecha que a mi no me lo parece, escurre el bulto en los aspectos de la moral social y se acerca más a una izquierda moderada o centro izquierda que, como todo lo que oscila entre la nada y el oportunismo, yo no sabría interpretar y, en consecuencia, considerarlo con un grado de credibilidad aceptable.
¿Qué decir de la izquierda? Que lo perdido por Psoe e IU lo han recogido partidillos del tres al cuarto más radicales y menos capaces de agrupar personas de talla personal, suficientemente creible como para desarrollar una carrera política constructiva y capaz. Son los mismos destruidores de siempre, críticos con lo ajeno e incapaces de aportar planes, soluciones, ideas que respondan justamente a lo que tan falsamente predican: la justicia social y el bien común.
De continuar esto así y para la Generales ¡que Dios nos pille confesados!