4 de diciembre de 2018

Conservador Antisistema

Estaba pensando en tantos y tantos votantes de partidos ideológicamente conservadores que, en realidad, son más ¿progresistas? de izquierda que Julio Anguita González ¿ande andará? aquel comunista irredento que por la teoría fue capaz de llevar una vida del todo coherente. 

Digo que estaba pensando cuando, de pronto, me sorprende la viñeta de Nieto -a menudo genial y siempre brillante- con esa pretendida contradicción entre conservador y antisistema.
  

Vaya, que parece más bien que la oposición conceptual debe estar en relación con el tipo de sistema -el real, al que se ha llegado- que con la actitud y posición conservadora, tan sana en lo político como torpe en lo económico y personal. Uno cualquiera, yo mismo, estoy antisistema total y conservador absoluto que hasta aquí llegaron las aguas: 


El buenismo, la equidistancia, la ¿correción? política, la desidia, la inconvenencia de los intereses partidistas, ha producido una lectura y una aplicación perversa -gobierno tras desgobierno, de cualquier tendencia ideológica- de la Constitución que votamos en el '78:
-se elabora en 1985 una calamidad llamada Ley Electoral (*) con carácter orgánico y con base en una presunta representatividad y proporcionalidad que, finalmente lleva a favorecer a los grandes partidos. El invento del tal Victor D'Hont, que produce unos efectos de resultados electorales parciales y desiguales. 
-las Comunidades Autónomas se han convertido en un reino de taifas, 
-el sistema educativo primario, secundario y bachiller es una aberración, 
-la seguridad ciudadana tiene serios problemas de coordinación y de retribuciones que ofenden según cuerpo y destino, 
-la sanidad precisamente por su descentralización, ha resultado un sistema carísimo y ampliamente mejorable en tiempos y en formas
-y la imagen de caos y desencuentros que proyectamos al exterior, por oleadas, es funesta aunque no se corresponda con nuestra realidad social.

Hoy, hay que tenerlo claro: no queda más remedio que ser antisistema -al real, al que se ha llegado- y conservar aquello que de bueno tiene la Constitución, resetear todo lo que se pasó de frenada en su auténtico espíritu, tratar de ser más iguales y más libres.

Lo que se evidencia es que los Diputados, aquí y ahora, NO son elegidos por "sufragio... igual, directo". Libre y universal casi tampoco, pero vamos a decir que sí. 

(*) Contitución Española 1978
Artículo 68. 
1. El Congreso se compone de un mínimo de 300 y de un máximo de 400 Diputados, elegidos por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto, en los términos que establezca la Ley.
...
Artículo 69. 
1. El Senado es la Cámara de representación territorial.

2. En cada provincia se elegirán cuatro Senadores por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto por los votantes de cada una de ellas, en los términos que señale una Ley Orgánica.