Foto y texto aquí ayer mismo de una política, Sara Hernández, alcaldesa de Getafe, paradigma de lo perfectamente idiota. Lo idiota, en sus diversas manifestaciones y grados -tantos como adjetivos calificativos- no atiende a sexo ni ideología política ni edad ni estatus socieconómico ni siquiera a acervo de la persona. Por abajo, todos somos algo idiotas en algún momento; por arriba hay quienes lo son permanentemente y brillan, más o menos, tanto en su intimidad como en plaza pública.
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| Acto de Sociedad Canina para discapacitados mentales |
La foto de hoy supera con creces a la de ayer. Al fondo micro en mano, la concejala de Seguridad Ciudadana de Lorca, Murcia, Belén Pérez casando a una pareja de perros, hembra y macho, no se me asusten...
La concejala es gregaria del pelotón de políticos locales del Partido Popular. Casa a Alma y Dody sin anestesia ni nada, celebrando por detrás de un decorado a modo de altar, con mantel y sus dos velas y protegidos contrayentes y audiencia por dos números de la policía local. Paga el contribuyente, seguro; no invita la casa.
Esta idiota solemne, vestida de fiesta y atusada de peluquería modern style, pierde el tiempo y las energías y confirma que parte importante de nuestros ¿políticos? desbarra severamente ¡madre cómo está el patio! casando perros cuando cantidad de jóvenes parejas son incapaces de casarse; vaya, incapaces de aquello que se llama adquirir ciertos compromisos personales y frente a la sociedad.
Tengo por vecinos a uno y uno, casados y residentes en el tercero, que tiene dos gatos y desean legalizar su situación de pareja -la de los gatos- y reclaman libro de familia para Micifú y Fumicí, que así los llaman.
En caída libre.
